Balance competencial: ¿Por qué nos hacemos trampa en el solitario?
Cuando tenemos que hacer una transición en nuestro proyecto profesional enseguida nos fijamos en nuestros éxitos pretéritos o nuestros fracasos históricos. Y según nuestro momento vital nos cargamos de razonamientos y emociones que vierten a nuestra percepción una imagen de héroe o de villano. Pues estos hitos son importantes pero no suficientes para hacer un balance competencial adecuado. Hacer un balance implica pasivos vitales que pueden ser enormemente útiles y en cambio disponer de éxitos que son activos tóxicos porque nos impiden tener una verdadera percepción. Los fracasos son muy útiles para reinventarnos, y los éxitos no deben obnubilarnos porque, ante todo, debemos cambiar. Lo que ayer fue idóneo hoy puede ser inadecuado. El futuro no está para darnos la razón a nuestros éxitos en el pasado.