Ya está aquí la primavera empresarial, la tímida salida de la crisis se nota como los primeros calores después del invierno, y estos calores son las primeras ofertas de empleo. Con lentitud empieza a sonar el teléfono con algunas ofertas nuevas, con escasas dotación económica pero con indudable valor al que hace años que nadie le llamaba. Esta situación hace emerger uno de los especímenes que ha estado invernando durante la crisis, hablamos del empleado zombie. Como si se tratase de un episodio de una serie televisiva vemos que salen personas que quieren optar a nuevas posiciones pero que se caracterizan por lo mal que lo han pasado.El empleado zombie con sus andrajos emocionales por el maltrato de los ERE opta a nuevos empleos, pero al seleccionador le aturde con su ansiedad contándole lo mal que lo han pasado. Son empleados heridos en su orgullo por bajadas salariales cuando eran las estrellas en la Matriz de Talento, de movilidades forzosas cuando les habían dicho que tenían una carrera de éxito, y lo peor de todo, baqueteados por un discurso de la felicidad que había que poner una sonrisa a pesar de que te clavaban un puñal con el organigrama. En fin, que tienen una apariencia de zombie, eso sí, haciendose un selfie continuo de lo bueno que es. Yo creo que en este mundo de ego-retuits (retuitear a la gente que te alaba), de postureo (decir chorradas lucidas en la red), de Social “sincericida” (que dice en la red lo que le da la gana), y de selfie diario (de autofotografía para venderse por lo bueno que eres) debemos decir que todos tenemos un pasado virtual. Al curriculum vitae yo siempre he reivindicado el curriculum de vida, es decir, contar aquellas cosas que te definen por serlo más que por lo que has hecho (yo siempre he dicho que ser tintinólogo me explica más que ser empresario), ahora hay que incorporar el curriculum virtual, que es tú imagen en las redes sociales tras épocas tan dolorosas como las que hemos vivido.
En resumen, en un tímido amanecer de empleo nos encontramos rodeados de empleados zombies con muchas heridas emocionales, pero eso si en un continuo movimiento de exaltación personal y de crítica empresarial- Y a casi todos estos candidatos hay que preguntarles:
¿Qué hace un chico como tú en una empresa cómo está?
Casi todos te responden que pasando la crisis pero ellos valen mucho más. Pero a mí, me gustaría analizar más profundamente a los candidatos zombies que tenemos en este momento en el mercado de trabajo. Para eso vamos a empezar con una tipología que yo utilizaba cuando analizaba a los solteros en mis lejanos tiempos cuando hacía terapia a parejas. Hay cinco tipos de solteros y de candidatos zombies:
1. Vocacional. Son candidatos que siempre están disconformes con las empresas anteriores. Son personas que les encanta contar continuos sinsabores de su experiencia profesional. Son sufridores natos que piensan que lo normal es encontrarte con Empresas donde sea escabrosa la relación empleador-empleado. Siempre me recuerdan lo que cuenta de Juan Belmonte que le preguntó a un ex banderillero que como había llegado a ser Gobernador civil, y este le contestó: “Degenerando, degenerando”. Igualmente este candidato ha degenerado porque siempre encuentra ese lado ingrato que tiene cualquier empresa. Seguramente con su misma experiencia, otro empleado no se hubiese fijado en estos detalles o destacado tanto aquellos comportamientos inadecuados de los directivos. Y aunque todos sabemos que nuestros recuerdos tienen bastante de ficción porque las emociones con las que vivimos dicha experiencia nos introduce una distorsión racional del recuerdo. Pero estos candidatos zombies vocacionales son campeones en inventarse su propia memoria histórica, y te cuentan con muchos detalles historias para no dormir. Como decía Alejandro Dumas: “Es lícito violar la historia, pero a condición de hacerles hermosas criaturas” y en algún caso estos candidatos hacen horribles monstruos de su experiencia profesional. Estos candidatos han vivido una gran época, pues como todos sabemos en la crisis afloran conflictos humanos de intensos dilemas y de fuerte enfrentamiento emocional, seguro que han tenido ocasiones negativas, sin duda, pero no es el momento en una entrevista de selección donde exponerlas. Decía Emily Dickinson: “El pasado no es un paquete del que te puedas deshacer abandónandolo en cualquier lugar”. Candidatos que todo su pasado ha sido horrible solamente hay que decirles como lo decía a los “singles” en terapia, que más difícil se lo está poniendo para encontrar novia.
2. Coyuntural. Este candidato ha sido zombie porque si ha tenido una experiencia negativa alucinante pero no reniega de sus otras historias anteriores. Ha sido zombie en esta Empresa, por este jefe, por esta situación de mercado pero confía que hay otros entornos donde seguro que puedes ser feliz. Eran los “singles” que estaban seguros que encontrarían una gran pareja a pesar de la experiencia tan inadecuada que habían tenido. No tienen prisa para encontrar una nueva Empresa pero eso sí, está escaldado por su última historia. Como decía el histriónico Enrique Jardiel Poncela: “Una hora es mucho para olvidar a algunas mujeres, pero hay otras con las cuales hay que dedicar toda una vida para el olvido”. No pensemos que estos candidatos zombies coyunturales son fáciles de positivar con una oferta nueva, ya que si la experiencia negativa ha sido muy fuerte va a marcar mucho la confianza que tiene que depositar en una Empresa. Son personas que han estado en el círculo de la culpabilidad y en la obsesión por los porqués ¿Por qué me ha ocurrido a mí? Cuando lo interesante es pensar que los culpables y la mala suerte son tan imprevisibles como la buena suerte y los méritos, por lo tanto, no busquemos razones sino que cambiemos de emociones. Yo a estos candidatos les repito las frases de John Burroughs:
”Un hombre se puede equivocar muchas veces, pero no se convierte en un fracaso hasta que empiece a culpar a otros por sus propios errores”.
Lo importante es tu salud psíquica de haber superado la situación, y seguro que tú como persona también te has equivocado y no sólo la Empresa ha sido el culpable de la situación. Pero si el porcentaje de culpa de la Empresa fue muy grande lo peor es olvidarse que la culpa escuece y si se prefiere que el otro tenga el 100% de culpa, esto es simplemente irreal. En terapias de pareja, decimos ganar por goleada aburre cuando se repite muchas veces, ganar muy igualado siempre ilusiona. En fin, el candidato que está zombie conceptualmente no es más fácil que el vocacional, e incluso a veces es más difícil porque está instalado en la Cofradía del Santo Reproche como dice Sabina.
3. Paréntesis. El candidato zombie paréntesis son muy racionales. Aceptan el desencanto que le ha producido una determinada experiencia profesional, está muy abierto a creer en otra empresa pero sabe que aún no ha llegado el momento. Esta desconfianza actual pero con empresas futuras es propia de un candidato realista pero a la vez ilusionado por encantar. No es un zombie verdaderamente sino un candidato que acepta lo inadecuado pero lo que busca es la idoneidad. Son personas que no les gusta recordar mucho sus experiencias inadecuadas, que como decía el gran actor español Fernando Fernán Gómez sobres sus películas: “¿Qué pasa?, ¿Qué además de hacerla la tengo que ver?” Además de haber vivido la experiencia, la tengo que estar continuamente recordando. Y estos candidatos zombies en paréntesis siempre te sorprenden por su sabiduría zen, saben que en el futuro se encuentra algo mejor y por esos aceptan lo temporal de su sufrimiento. Como decía aquel proverbio holandés: “Cuando soplan los vientos de la tempestad unos corren a refugiarse y otros construyen molinos”. Son candidatos que construyen molinos para airearse en busca de los mejores vientos en el futuro. En terapia de parejas, eran los “singles” que mejor aceptaban el pasado, el presente y el futuro pero, ante todo, no precipitaban el futuro.
4. Resentidos. Cuando el candidato ha sufrido mucho de verdad pero además se ha encerrado en una única lógica determinada se convierte en un candidato zombie resentido. Frente al vocacional que quiere ser zombie, este otro tipo de candidato no le gustaría serlo pero tiene que serlo. Todos nos hemos encontrado con gente que ha sobrevivido a verdaderos calvarios profesionales, pero para algunos les han marcado para siempre. El haber tenido un fracaso matrimonial te convierte en un soltero resentido, tienes un gran problema que no das la oportunidad a tener otra oportunidad. Los candidatos resentidos se nota por su animadversión hacia lo emocional que supuso su experiencia. Si no lo vuelvo a repetir no me vuelve a hacer daño, y previamente esta actitud es su enfermedad. Toda mala experiencia necesita sanarse con oportunidades de otra experiencia que no será la mejor, pero seguro que aprenderá cosas distintas. Decía Samuel Beckett: “Que había que fracasar mejor”, y es verdad, no sabemos fracasar. Un buen fracaso necesita ser llorado, como decían en mi pueblo palentino: “Al muerto que no es llorado a tiempo te dará pena a destiempo”, pero una vez llorado no podemos permitirnos el lujo que nos cierre el futuro. Este mundo está lleno de Scarlatte O´Hara:”Juro que jamás volveré a….” y la realidad es mas de “a veces” que de juicios rotundos. Solo sé que en un futuro me pase aquello que yo pueda haber elegido. Ser resentido como actitud vital sólo lleva a tu radicalización como ser humano. Son candidatos que utiliza “siempre y nunca” habitualmente para sentirse casi seguro y para no volverse a equivocar no quieren volver a confiar en una Empresa. Y ellos se lo pierden.
5. Exigentes. Estos candidatos zombies han puesto el listón muy alto, y en vez de ver oportunidades en otras Empresas han puesto una serie de atributos inalcanzables para ser su Empresa del futuro. Esta exigencia en una pareja o en una Empresa procede más de tu insatisfacción personal que del realismo del entorno. No hay empresas ideales ni candidatos super idóneos, más bien tenemos bandas de ajustes de Empresas idóneas y de candidatos adecuados. En terapia de parejas hablamos del efecto adaptación/acomodación como proceso evolutivo, no existe la perfección, lo perfecto es buscar en la imperfección del otro un adecuado nivel de acomodación. Como decía Oscar Wilde: “Hay dos tragedias en la vida: no cumplir tu sueño y cumplirlo”, lo importante es el compromiso de un Empleado con su Empresa durante el día a día. Es un proceso que se va construyendo y no es sólo interesante el conseguirlo ya, sino el proceso en sí mismo. La adaptación centrada en el nivel de compromiso con tu empresa es la respuesta más inteligente. Si la Empresa se muestra exigente buscará empleados acomodaticios y si el empleado se posiciona en su exigencia nunca encontrará la Empresa de sus sueños. La Empresa de tus sueños no es idílica sino en realidad está en la fuerza del Tu en la expresión de “tú Empresa”. Todos tenemos que configurar nuestra mejor versión de tu empresa o de tu pareja, pues ya está la realidad para afear continuamente dicha versión.
En fin, que estamos en un momento muy apasionante para un psicólogo del trabajo ya que nos encontramos a multitud de candidatos zombies con muchas cargas emocionales. Que han estado como agua retenida en Empresas que no han querido estar y que han generado una serie de respuestas inadecuadas. El engagement o compromiso con las Empresas lo debemos reinventar cada día, pero es muy necesario pues nadie va a ser buen trabajador si no siente orgullo de pertenencia. Para sentir los colores necesitamos los valores empresariales, pero también tú tienes que poner la pasión de querer sentir esos colores. A la pregunta: ¿Qué hace un chico cómo tú en una Empresa cómo está?, habría que completarla con otra pregunta: ¿Qué hace una Empresa como tú con un chico cómo este? Ya que sabemos desde hace mucho tiempo: “tanto monta, monta tanto”. No hay Empresas sin personas, pero las personas necesitan de las Empresas como expresión social.
Otro “candidato zombie” pero no como empleados son los frrelances-colaboradores externos “quemados” (por falta de trabajo, retraso pagos y ser el último de la cadena productiva y financiera… son perecidos a los resentidos pero mantienen la pose para conseguir el contrato y despues empieza el zombie….