En esta crisis debemos aprender el valor de los profesionales generalistas o de tipo “T”, que tienen aprendizajes diversos (aprendediversos), que tienen rapidez de aprendizaje (ultralearning) y amplitud de registro y habilidades diversas para adaptarse a la realidad. Frente a los expertos o profesionales tipo “I” que tiene grandes conocimientos de una serie limitada de materias (uniaprendices), que tiene grandes experiencias anteriores que les impide cambiar y sus habilidades están conectadas a sus conocimientos expertos. El tipo “T” o el tipo “I” son “ideales tipos” como decía MAX WEBER para explicar dos realidades, el profesional de formación amplia y especialización tardía (tipo “T”) al profesional basado en el entrenamiento y la práctica deliberada (tipo A). Como bien explica DAVID EPSTEIN en su libro AMPLITUD, entre ser FEDERER (tipo “T”) y ser TIGER (tipo “A”). Pues bien, para salir de esta crisis vamos a necesitar a profesionales tipo “T” por:
- Su tolerancia a la ambigüedad.
- Su portfolio de habilidades que facilita la adaptabilidad.
- Su diversidad de contexto de aprendizaje.
- Su rapidez de aprender conceptos nuevos.
- Su ritmo de desaprender lo que hacían antes.
¿Qué es un tipo “T” y Tipo “I”?
El tipo “T” es una expresión del profesional que tiene una diversidad de conocimientos y experiencias diversas expresadas por el trazo horizontal de la letra T (‾) y posteriormente profundiza su conocimiento haciéndose experto en un campo concreto, es el trazo vertical de la letra “T” (I). En cambio, el profesional “I” posee un enorme trazo vertical de especialización en un campo, pero sus experiencias y conocimientos están limitados a su campo de experiencia.
¿Cómo es un profesional tipo “T”?
En el mundo postcoronavirus no va a ser un juego cerrado tipo ajedrez, donde lo interesante es tener horas de entrenamiento, sino que ser un nuevo juego, donde todavía hay que hacerse las preguntas a una nueva realidad. Donde será un juego abierto, y por tanto, donde no podemos saber como se va a jugar, porque nunca antes se ha jugado de esta forma.
¿Qué identifica a estos profesionales tipo “T”? estas cinco características:
- Visión tardía: Son personas que han empezado tarde a trabajar en lo que está poniendo ahora su foco. Pero han tenido una formación amplia, en campos diferentes y le han generado poner en funcionamiento habilidades distintas. En todo su término, han recibido una verdadera formación universitaria. Como decía STEVE JOBS “Si aún no has encontrado algo que te gusta hacer, sigue buscando. El trabajo va a ocuparte gran para de tu vida, de modo que asegúrate de vivir satisfecho de lo que haces”. Hay que recelar de la gente que no cambia o de vocaciones tempranas con miradas de expertos, pero con orejeras. La visión tardía pretende encaminar tu valor tras haber configurado y amueblado tu cerebro en conocimientos diferentes.
- Diversidad de experiencia: Si has tenido un tiempo de formación amplio y diverso, también hay que identificar a un profesional tipo “T” con aquellas experiencias en diferentes entornos que ha tenido. Hay que huir de personas de “uniexperiencias” o de caminos tradicionales de entrenamiento.
Como demostraron los psicólogos TOOD ROSE y OGI OGAS del proyecto de caballo negro. Los caballos negros son aquellos profesionales que han triunfado no por el camino tradicional y previsto de éxito. Pues estos autores, demuestran que estos profesionales con éxitos son más felices. El tener diversidad de experiencias no da la posibilidad de disponer un portfolio variado de habilidades que se han tenido que adaptar históricamente a entornos diversos.
Tener vocaciones tardías y diversidad de experiencia son dos elementos fundamentales para tener profesionales de tipo “T”.
- Habilidad de integrar: Los estudios realizados para identificar la importancia del pensamiento divergente y convergente y la necesidad de síntesis para poder tomar decisiones más reflexionadas nos lleva a plantear que las profesionales generalistas saben integrar mejor. Integrar información diferente implica tener un procesamiento equilibrado de la información, una visión genérica, una orientación hacia la solución, y capacidad de hacer síntesis para conseguir tener mejores decisiones. Más que tener profesionales expertos y analíticos, necesitamos profesionales que integren conceptos diversos en soluciones focalizadas.
- Capacidad de aprender / desaprender: El futuro está lleno de caminos que tenemos que desandar porque debemos explorar otras estrategias mentales.
Tan importante como la visión tardía, y la diversidad de experiencia es el integrar como esta capacidad de poder cambiar. Relativizar lo aprendido y explorar rápidamente nuevos objetivos de aprendizajes es fundamental para obtener profesionales con alto nivel de adaptación al momento histórico. Siempre hablamos de la capacidad de aprender y ponemos el foco colateral en la capacidad de desaprender. De que vale aprender acumulativamente sin cambiar lo que hemos aprendido previamente. Aprender y desaprender es un proceso que se debe utilizar todos los días para cambiar. Se cambia haciendo cosas nuevas y dejando de hacer cosas que estaban adaptadas a entornos pretéritos.
- Ritmo rápido de aprendizaje: No sólo hay que aprender y desaprender en todo momento, sino tenemos que ser rápidos en aprender. La rapidez es una característica adaptativa en nuestro entorno tan digitalizado. Necesitamos profesionales abiertos al aprendizaje rápido en cualquier sitio. Las propuestas de ULTRALEARNING que nos hace SCOTT H. YOUNG, para aprender más rápidamente tenemos que empezar con tácticas de metaaprendizaje (mapa del contenido), concentrase y ser diligente en el entrenamiento y experimentar con evaluación lo que se va aprendiendo. El ritmo acelerado de los acontecimientos que marca el entorno debe ser la referencia de nuestro continuo aprender.
Los profesionales tipo “T” y tipo “I” se diferencian:
TIPO “T” | TIPO “I” |
Visión tardía Diversidad experiencia Integración Aprender / Desaprender Ritmo rápido aprendizaje
|
Especialización temprana
Experiencia profunda y homogénea. Analizar Practicar lo aprendido. Ritmo normal de aprendizaje |
Como siempre, es bueno que todas las organizaciones tengan profesionales de ambos tipos.
Pero en época de incertidumbre y notables cambios de paradigmas socioeconómicos tenemos que dar prevalencia a que los profesionales “T” interpretaran la realidad, racionalicen alternativas y al final, propongan soluciones diferentes a momentos distintos. El futuro no se trata de hacer ofertas atractivas con tus planteamientos precrisis del coronavirus, sino analizar nuevas necesidades humanas que serán las que se convierta en las nuevas demandas que nos llevará a las nuevas ofertas. Los profesionales tipo “T” tiene un mayor nivel de aportación para entender estas nuevas necesidades humanas que van a ser la clave de las ofertas con mayor valor añadido.
En fin, que el disponer de equipos con profesionales tipo “T” es una manera de prever el futuro. Más vale pensar en tus selecciones de personas de una forma distinta. No necesitamos registro de conocimientos expertos ni baterías de test aptitudes sino más bien comprender tipo de experiencias y capacidades denominadas soft-skills. No vale perfiles de competencias sino competencias perfiladas por experiencias duraderas. Y para acabar, simplemente indicar lo que hace el algoritmo de recomendaciones de NETFLIX, en lugar de predecir que te puede gustar, examina a quien te pareces y la complejidad que está circunscrita al proceso comparativo. ¿Cuál es el algoritmo para identificar los soft-skills de los profesionales “T”? Yo sólo se que no me lo dice un examen, ni un test ni una entrevista tradicional de competencias, por tanto ¿Para cuándo vamos a ser más creativo en la próxima selección?
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