Las nuevas tecnologías y el coaching: whatsapp

por | Sep 18, 2015 | Profesional | 0 Comentarios

Cuando hay un cambio tecnológico sabemos que hay tres posiciones de adaptación: ser pionero nuevas tecnologias(embarcarse en la novedad por el gusto de estar en lo nuevo), ser colonizador (ver la utilidad y buscarle la aplicabilidad), y ser emigrante (verte forzado a entrar en la tecnología sin querer). Frente a la utilización de las nuevas tecnologías se dan las tres posiciones actualmente entre los profesionales, e incluso una cuarta ser un “social zombi” que son aquellos que niegan su valor y no entran en ella.

Para evitar ser emigrante y apostar por ser un colonizador os planeo la gran utilidad de algunas herramientas tecnológicas para el coaching y, específicamente, la utilidad del Whatsapp como medio de comunicación, influencia y supervisión del coach frente al coachee. Todos los usuarios del Whatsapp reconocemos el valor como un nuevo medio de comunicación, pero debemos saber su utilidad para el coaching por cuatro características:

1.- Su inmediatez en el feedback

2.- Su dinámica conversacional tan diferente a un mail.

3.- Su emocionalidad

4.- Y, por último, su usabilidad

Vamos a intentar desmenuzar estas ideas:

  1. Feedback del coach. Habitualmente un gran problema que tiene la dinámica de sesiones periódicas cada cierto tiempo es la pérdida de la frescura en la opinión del coach sobre el comportamiento emitido por el coachee. La tecnología Whatsapp nos posibilita estar en contacto instantáneo para influir en los pensamientos del coachee. Un último consejo antes de una entrevista de selección, un ánino final previo a una presentación, un refuerzo directo tras la conversación con el jefe, etc. Podemos decir que hemos ganado para la eficacia del coaching una herramienta de enorme valor instantáneo que nos permite a los coach ejercer una influencia pre, inter y post a la evitación de una conducta. Habitualmente, la utilización del Whatsapp previamente es para dar confianza, ratificar opiniones, aclarar términos antes de hacer lo que se ha pactado en el proceso de coaching. Si se utiliza durante la propia emisión de la conducta se pretende obtener el suficiente ánimo para proseguir en dicha acción o simplemente asegurar que el coach está ahí pendiente del coachee. Y en relación a la utilización post, es decir, después de la emisión de la conducta simplemente para reforzar y supervisar la bondad de la conducta emitida. Sin duda, se dota al coaching de una gran herramienta de feedback que además por la parquedad de los términos que se pueden utilizar, debe ser directa y concisa lo que facilita el proceso de feedback, No olvidemos que las herramientas no deben ser útiles sólo al coachee sino también para la labor del coach. El coach puede ir configurando diferentes estrategias donde utilizar el Whatsapp como parte de su intervención. Como decía Rudyar Kipling : ”¿Puede quién ayuda a los demás hacer algo por si mismo?”, y no solo debemos visualizar el whatsapp como herramienta de feedback sino también como medio de comunicación de reconocimiento y de conocimiento para el coach.

  2. Dinámica conversacional. Uno de los principales atractivos del Whatsapp es el formato conversación que adquiere entre las dos personas que intercomunica. La brevedad de mensajes se entremezcla con la fluidez entre la conversación del emisor y el receptor. Esta característica del medio es muy buena para expresar sentimientos pero también para reconocer el recorrido de las ideas y la lógica del pensamiento que se produce en el proceso de coaching. Cuando se observa a posteriori como se ha desarrollado una conversación de Whatsapp no solo se reconocen las ideas sino también como se ha ido encadenando y generando las ideas. Es muy interesante, no solo reconocer el problema sino como se ha modelado el cambio de comportamiento en función de las preguntas y respuestas que se han encadenado en la conversación. Siempre recuerdo aquella pregunta que le hicieron a John Lennon: “¿Cuál será la siguiente revolución?” le preguntó un astuto periodista y él respondió: “¡Una buena canción¡”, entonces creó Imagine, yo también creo en la fuerza de una buena conversación por Whatsapp como una buena revolución. La fuerza de la conversación informal, directa y escuchándose mutuamente es una buena dinámica para propiciar el cambio. Las conversaciones a través de Whatsapp son muy interesantes por la facilidad que supone para preguntar y para contestar en poco tiempo y con una rápida sucesión del dialogo.

  3. Emocionalidad. No sólo por la utilización de los emoticones, que todos sabemos su fuerza en el momento oportuno, sino simplemente por lo inmediato del feedback, lo escueto del mensaje y la lógica conversacional frente a la comunicación de emociones. Las emociones son fundamentales en cualquier cambio de comportamiento, todos los coachs observamos como su gestión facilita el comportamiento de un coachee. Para trabajar las emociones necesitamos reconocerlas, analizarlas y, ante todo, relativizarlas en un contexto real de aplicación del cambio. Es precisamente esta posibilidad de trabajar las emociones “in situ” lo que hace que el Whatsapp sea una gran herramienta de coaching. No necesita el coachee apuntarse que siente antes, durante y después de hacer el comportamiento pautado con el coach, sino que tiene la oportunidad el coach de poder influir en las emociones en el preciso momento que afloran interviniendo o bloqueando una determinada acción. La gestión de emociones en el coaching necesita de herramientas de feedback instantáneo y, sobre todo, de tener la posibilidad de introducir reflexión en un momento de acción. Cuando utilizo el Whatsapp recuerdo la máxima del escritor André Malraux: “No es lo que muestra lo que define a un hombre, sino lo que esconde”. Lo que no se dice en el Whatsapp es tan importante como las emociones que se dicen. Todavía recuerdo aquel coachee que no se atrevía a pedir un cambio a su jefe y que simplemente me whatsappeo que se había sentido bien manteniendo la mirada al jefe. En seguida supe que sólo le había mirado.

  4. Usabilidad. Frente a la llamada telefónica que busca la calidez interpersonal pero que requiere el esfuerzo unilateral de comunicación, el Whatsapp nos permite la sincronicidad con otra acción, es decir, comunicar mientras estás haciendo. No necesito llamar a mi coach y que se me vea, sino simplemente recorro raudamente mis dedos por el teclado del móvil para expresar preguntas y esperar respuestas de mi coach. Es un medio con “cuentapropismo“, es decir, que trabaja por cuenta propia ya que puedes emitir preguntas u opiniones independientemente de que el receptor esté en líneas en el Whatsapp. Yo creo que la usabilidad es enorme para el emisor, y también permite al receptor pensar su respuesta y, por tanto, atinar más en el feedback. Las conversaciones telefónicas tienen el inconveniente de la improvisación del coach, que como bien sabemos también son humanos y se equivocan. El Whatsapp nos permite tener aquel pequeño tiempo de reflexión que nos posibilita emitir una respuesta más acertada. Y como decía Confucio: “Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro”. Los buenos coachs deben pensar que el nuevo medio que se llama Whatsapp no es más que una conversación en la inmediatez de la acción que permite pensar con tiempo las palabras que emites para conseguir una adecuada gestión emocional del consejo dado.

Sin duda, el Whatsapp es muy útil para el coaching, adaptarse al cambio es fundamental siempre que se base en un elemento humano. Conversar con Whatsapp al igual que las redes sociales son nuevas formas de gestionar humanamente la necesidad del consejo entre los humanos. El coach debe entrenarse y dar valor a esta nueva herramienta que nos sirve para influir y supervisar en tiempo real.

En fin, ser un colono del Whatsapp es una gran oportunidad para ser un coach adaptado al entorno actual y fundamentalmente ser un coach abierto al consejo continuo. La rigidez de las sesiones cada cierto tiempo se suaviza con intercomunicaciones directas y muy reales al estar pegadas a la emisión de las conductas. Y, para acabar, una frase de un psicólogo que siempre me gustó, es de Roy Baumeister que decía: “Es posible que en el coche pasemos el 95% del tiempo conduciendo en línea recta, pero son los giros los que determinan donde acabamos”. Una buena conversación en Whatsapp puede ser esa curva en tu cambio que determine llegar antes o mejor a tus nuevas respuestas. Y si tenéis alguna pregunta…whatsappea.

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