En su último libro Anders Ericsson nos plantea la importancia del concepto de práctica intencional como básico para ser excelente. Y expone el beneficio de tener la intención de aprender mientas se hace el trabajo real en tu experiencia empleado. Es decir, la mejor experiencia empleado es la que implica el hábito de practicar y a la vez de pensar en la práctica. Aprender como tarea diaria de nuestra experiencia es uno de los mejores consejos para tu empleabilidad futura. No hay que pensar en formarte cuando estás en el paro sino reflexionar diariamente en el aprendizaje que estas adquiriendo en tu trabajo. Rentabilizar tus esfuerzos a través del aprendizaje es el gran consejo de empleabilidad que se desprende de una experiencia del empleado.
Las experiencias son diversas y distintas según el entorno, situación y sector pero con todas tenemos un gradiente de aprendizaje. El adquirir la excelencia a través de practicar pensando no sólo en trabajar sino también aprendiendo es una gran vacuna que nos da empleabilidad. El dominio de las destrezas está determinado por la práctica, ya que frente a la ola del conocimiento le incrementamos el pragmatismo de la realización. Obtener al final de un trabajo un aprendizaje en destrezas es aprovechar bien la experiencia. Hasta en situaciones no queridas y de un gran grado de rutinización se puede aprender destrezas, corroborar actitudes y ante todo, discriminar lo que “no se quiere ser”. No solo se aprenden destrezas sino también aptitudes y actitudes muy útiles para tu empleabilidad futura.
Hay cinco preguntas para valorar una experiencia empleado, para saber el nivel de aportación que tendrá en un momento dado. Lo que no te aporta hay que apartarlo, o lo que te deja aportar en un momento debemos dejarlo.
Estas preguntas son:
- ¿Qué has aprendido en el día de hoy? Con un concepto amplio de aprendizaje no sólo conocimientos, destrezas, sino también aptitudes y actitudes.
- ¿Qué incrementos diferenciales a tu curriculum estás obteniendo? Si lo que haces ya lo has hecho y no aprendes, tienes un problema de relevancia en tu curriculum profesional.
- ¿Qué pasaría a tu curriculum si lo dejaras de hacer? Se justificaría que has cubierto una etapa en tu vida o dejaríamos un proyecto a medias.
- ¿Qué tarea nueva o necesidad nueva has tenido en los últimos días? Si no te enfrentas a nuevas situaciones y/o nuevas tareas a realizar estas abocado a respuestas habituales que ya están aprendidas.
- ¿Cuándo es la última vez que has hecho algo por primera vez? Si hace tiempo que no has hecho una cosa por primera vez o no te has enfrentado a la sensación de “ridículo” de no saber qué hacer, estas en una situación profesional demasiado estable.
Estas cinco preguntas nos sirven para contextuar nuestra experiencia empleado en una empresa. Y no se trata de calificar a las experiencias como buenas y/o malas, sino que te aportan en este momento ó no. Muchas veces, nos encontramos en un empleo por condiciones económicas, seguridad y no nos damos cuenta que la falta de aprendizaje está generando una pérdida enorme de empleabilidad.
Hay que cultivar la empleabilidad cuando se trabaja generando el mayor portfolio de conocimientos, destrezas, aptitudes y actitudes que nos ofrece nuestra práctica profesional diaria. Y las decisiones de evolución a otro ecosistema debe guiarse más por la pobreza estimular, la desigualdad de lo que te aportan a lo que aportas y las posibilidades manifiestas de crecimiento profesional se ofrezcan en otro ecosistema.
La empleabilidad y la experiencia empleado están muy unidas porque es el aprendizaje en la práctica el que te da capacidades futuras de encontrar oportunidades de recolocación. Hay que buscar experiencias de riqueza de aprendizaje y cuando se agota, buscar otras que supongan un reto personal. El trabajar en entornos desafiantes, exigentes y que nos reta a poner en disposición nuestra capacidad de aprendizaje es el mejor antídoto para la empleabilidad futura. Cuando tenemos personas monoexperiencia, monoempresas y monotareas tenemos una clara obsolescencia competencial. Empieza nuestro nivel de empleabilidad en nuestra curiosidad diaria de aprender cosas nuevas en nuestro trabajo habitual.
Javier Cantera
Presidente de Grupo Blc y
Fundación Personas y Empresas
LA CURIOSIDAD ALIMENTA EL APRENDIZAJE.