Pragmata de Recursos Humanos. De anglicismos y dichos populares
Tres ideas, dos certezas y una duda
Desde hace mucho tiempo pienso en lo difícil de ser sencillo y lo sencillo de ser complejo.
Por eso, siempre he buscado leer libros sencillos que me sirviera para generar ideas, pero de autores que han reflexionado profundamente desde la experiencia. La experiencia es la base de la ciencia decía mi querido Leonardo da Vinci, que a mí me parece que es el lema más revolucionario del mundo. Todavía recuerdo mi choque con aquella Dirección de una Revista de Psicología, donde durante tres meses estaba bajo mi responsabilidad en el Colegio de Psicólogos y no me gustaba ningún artículo y tome la decisión más sensata, mi dimisión. No era mi ecosistema. No niego que tiene que haber libros profundos y libros de autoayuda pero me queda un tercer nivel, el libro divulgativo basado en la experiencia razonada. Fruto de la experiencia y de la lectura permite crear una mixtura mágica, donde encontrar anclajes reales con nuevos mapas mentales de ideas de otros libros. Y esto trata de ser PRAGMATA DE RECURSOS HUMANOS, un libro sencillo basado en el hilo conductor de los dichos populares para intentar estructurar mensaje de psicología de trabajo proveniente de una ardua experiencia. Llevo treinta y seis años de psicólogo en y para empresas, y tras esta experiencia puedo decir que es mi profesión. He jugado muchos roles de experto, directivo, hechicero, confesor-coach y en multitud de contexto que me han dado mis últimos 25 años de consultor. Os propongo un libro sencillo y fácil de leer, compuesto durante los últimos dos años con artículos mensuales de rabiosa actualidad y que quería responder a las preguntas que me hacían o las que me hacía yo sobre la realidad. Pero tengo que contaros seis conceptos, tres los tildo de ideas, dos les doy el atributo de certeza y el más profundo llega a ser mi maravillosa duda.
De las tres ideas, la primera es el NAMING, la capacidad de generar una nueva palabra para nominar una nueva realidad, mejor nominar que NAMING aunque así reconozco el mérito del idioma inglés: la creación de nuevas palabras. En castellano los autores son reactivos (la RAE acepta una palabra) mientras en inglés están orgullosos de su capacidad de adaptación creando palabras nuevas. Esta proactividad siempre me impresiona, y me niego a pensar en no crear nuevas palabras en castellano. Aquí tenéis PRAGMATA, que no existe y que humildemente propongo para este libro que no es de autoayuda, pero tampoco científico, y es de fácil lectura y de mi propia experiencia y reflexionada por parte del autor. También podríamos profundizar en el castellano antiguo y decir que es un libro en FÁRFARA (a medio hacer) pero además de pedante no vamos a generar el uso de un término que suena a antiguo. Hasta tengo el privilegio de haber extendido un término inglés poco utilizado e idóneo que no se había utilizado antes, hace tiempo cuando llamamos RESKILLING a la labor de transición de carreras profesionales para no llamarlo OUTPLACEMENT, porque el foco era más psicológico en la reinvención de las capacidades y no sólo en buscar trabajo.
La segunda idea son los dichos populares, estarán de acuerdo que el sentido común como antecesor del libro de autoayuda puede hacer peligrar la validez del mensaje. Pero muchos dichos son una destilación cognitiva. Es decir, dicen lo que tienen que decir y encima generar una buena visión de la realidad. En este libro tenemos 30 dichos populares relacionados con otros 30 conceptos psicológicos muchos de ellos acabados en -ING. Pero como decía MICHEL DE MONTAIGNE “Incluso en el trono más alto del mundo, uno sigue sentado en sus propias posaderas”. Estas posaderas palentinas fueron guiadas con lacónicos dichos y refranes que incitan a rumiar ideas que me ha permitido simplificar lo complejo.
Igual que me acuerdo de las personas porque les pongo el nombre de alguien de mi pueblo. Mis dichos me han servido para crear y generar pensamientos en cada situación.
Y la tercera idea, se basa en la utilización de las frases. Me encanta leer, quien me conoce sabe que no se vivir sin leer. Esta bibliofilia me hace conocer ideas de diferentes contextos y realidades aplicada a otros conceptos. La polisemia es una gran virtud social, es la capacidad de adaptación humana. Y debemos ampliar nuestra forma de pensar con otras formas de pensar y, sobre todo, nuevas palabras para tener nuevas ideas. De mi corto pasado como becario de la Universidad Complutense en la asignatura de Pensamiento y Lenguaje durante seis meses, me di cuenta de muchas cosas, pero me quedo con una idea clara que el lenguaje es parte de mi pensamiento y que es un bucle interactivo virtuoso. Y la mejor forma de todo lo que he dicho sobre la utilización de las frases se resume en una frase de WITTGENSTEIN “Los límites del lenguaje son los límites del mundo”.
Las tres ideas nominar, utilizar dichos populares y frases son los medios de este libro que posibilitan las dos certezas. La primera certeza es el valor de lo práctico. Los que somos hombres de acción sabemos que hacer y ayudar a poder hacer es el paso previo para conocer. Conocer desde los libros sin hacer práctica no vale. Recuerdo mi master de sexualidad a los 21 años, mi MBA en el IESE a los 29 años y mi noción de ser padre a los 26 años y a los 50 años. La práctica reflexionada o la técnica practicada es el contexto de la sabiduría. El sabio no es el que ha tenido mucha experiencia ni el que ha leído mucho y conoce mucho de una materia, sino aquel que ha reflexionado sobre su experiencia ha destilado un conocimiento de enorme raigambre práctica. Al polémico premio Nobel actual PETER HANDKE nos dicen “Que difícil es mirar. No hay escuela que enseñe a ello, solo nos enseña a ver”. No se puede mirar sin ver, pero ver es insuficiente para generar belleza, emociones y plenitud en tu vida.
Y la segunda certeza es la humildad. Desde hace mucho tiempo creo que la mejor característica de un líder es la humildad. Ser humilde es una labor titánica en un mundo que nos lleva al Personal Branding y al autobombo. Creo que las personas profesionales que no quieren fama y el banal sentirse importante son unos héroes. ¿Qué es el éxito? Ya sabes que en USA hay una ciencia del éxito, pero para mi el éxito es sentirme querido por los amigos, tener una gran familia, sentirse realizado y, sobre todo, aporta a la sociedad tu mirada humilde. Decía un poeta, que en las algunas ocasiones no sé porque no fue palentino, el Sr. TAGORE “Que nos acercamos a la grandeza, cuando nos hacemos grandes en humildad”.
Las certezas de lo práctico y lo humilde nos lleva a plantear mi duda. Mi duda se refiere a mi querida Psicología. Durante mucho tiempo y más acuciadamente en los últimos tiempos hay una inclinación de la Psicología a lo anormal, al lado mórbido de la realidad. La Psicología clínica y sanitaria nos lleva a creer que el psicólogo como un personaje hechicero, cuando somos reflexionadores de la experiencia humana. Aquellos que me conocen saben que revindico la psicología de la normalidad. Como dice magistralmente MARTIN SELIGMAN en su autobiografía “los psicólogos generan valor social cuando se plantea el análisis de la conducta normal”. Soy vocacionalmente psicólogo del trabajo que pone foco en lo normal y habitual, y en lo real. Y este libro va de cosas habituales que preocupan a las personas que trabajan en las empresas. Siempre me han dicho que no me parezco a un psicólogo típico, y rehúyo de analizar la realidad con el llamado “Síndrome de la bata blanca” que sólo hace análisis psicopatológicos de las personas, sino que intento comprender y aprender a personas normales en contextos determinados. Mi duda es que seamos capaces de incitar a la profesión a tener una plétora de profesionales centrados en la conducta normal de las personas.
En fin, Gracias, Gracias, Gracias. Este pequeño libro con anglicismos, dichos populares y frases y que expresa con humildad experiencias vividas y reflexionadas que se inserta en la psicología de la normalidad. Y no sería yo si no citara algo de Palencia. Además de hace poco, quien me conoce saben mi amor y respeto por mi padre, que murió hace año y medio y tras su muerte me pidieron dar el pregón en SALDAÑA (Palencia) y además enfrente de la casa de mi padre. Y para superar el duelo estuve tres días sólo con mis recuerdos. Fui a los sitios de pescar que iba con él, la montaña donde yo le admiré rodeado de multitud de recuerdos. Y dentro de mi tristeza me encontré con un pastor que nos conocía, HONORINO, que le conté todo mi proceso de duelo y me dijo una frase que me ha servido como terapia psicológica, me dijo “Tu padre es tu mirada”. Desde entonces juro, yo llevo a mi padre en mi forma de mirar y de ser. ¡Hay mayor psicología que este pequeño consejo de un pastor del norte de Palencia!