4 segundos
PETER BREGMAN
Empresa Activa. Octubre 2015.
4 segundos es un libro muy práctico y está orientado a provocar una reflexión sobre la cantidad de automatismos mentales que tenemos en nuestra actividad profesional. En un mundo donde la rapidez es un valor, necesitamos de momentos de reflexión para orientar reacciones viscerales y, ante todo, pensar en la validez de las respuestas cotidianas. Peter Bregman pone el foco en cómo ser eficaz en tus decisiones cotidianas. Hay que agradecer que no dé consejos sino que exprese su aprendizaje fruto de sus deficiencias por un “activismo” exagerado.
¿Cómo se cambian tus automatismos mentales?
Fijarse metas no siempre es un hábito beneficioso. Hay que saber pensar y ponerse una meta.
Hay que liberarse de la presión de los grandes retos. No buscar la perfección sino hacer bien lo que tienes que hacer y centrarte en la siguiente submeta de tu trabajo.
¿Por qué preguntas a otros sobre tus retos?
Puedes empezar por ti mismo, qué opinas tú sobre tú trabajo.
Hay que resistir la tentación de querer arreglarlo todo. ¿Por qué?
A veces no se puede cambiar la realidad, pero sí la perspectiva de cómo se aprecia esa realidad. Y esto te posibilita una diferente capacidad para reaccionar.
¿Estoy preparado para el día de hoy?
El mero hecho de hacerte la pregunta te genera una mayor sensación de estar preparado.
Hay que buscar ratos de concentración desconcentrada (es decir, no hacer nada) para tener más tiempo. El que siempre está encerrado en el hacer, hace menos de lo que él piensa que está haciendo.
La confianza es la base de la eficacia. Quiérete. Pon foco en lo que eres bueno. En cualquier trabajo, por rutinario que sea, hay algo que te gusta más y eres bueno. Centra ahí tu energía.
Deshazte del hábito de la planificación continua. Tener un plan es básico para la parte racional de tu hacer, pero planificar todo es encadenarte al ritmo de tu calendario.
¿Cómo gestionar las emociones difíciles?
– Las personas son un fin en si mismas y nunca un medio. El éxito sostenible se basa en las amistades más allá del interés.
– Para tener amistades eficaces no te encierres en tus títulos y lo que haces, sino sencillamente en lo que tú eres.
– Las prisas y el agilismo actual llevan a malos procesos de comunicación. No te enfades por la mala comunicación siempre que la cuestión de fondo sea buena.
– Céntrate en buscar personas que te inspiren y que sean tus maestros vitales.
– Acepta la imperfección de los demás para que acepten la tuya.
– Crece desde la aceptación de tu error y asume la culpa para engrandecer tu visión.
– Reaccionar desde tu enfado es crear frustración en la situación. Piensa en lo que la otra persona necesita para que cambie su opinión. Lo importante es la solución no tener la razón.
– Rechazar otra opción de una persona se debe basar en un alto nivel de escucha. La otra persona debe pensar que tu rechazo surge de una reflexión profunda de lo que dice él y no sólo de lo que previamente pensabas tú.
– No hay que ser bueno con los demás sino empáticamente bueno. No se trata de actuar para que te loen por tu bondad, sino de expresar tu bondad en lo que ellos quieren interactuar contigo.
– Cualquier incoherencia de una persona coherente debe tener el beneficio de la duda. Las personas no “son” buenas sino que se “comportan” habitualmente con conductas buenas.
– Valorar sin exigir rendimiento es la mejor medicina para que rinda a un mayor nivel.
– Dar las gracias genera apertura mental.
– Hay que saber decir no, porque decir siempre sí es como decir no continuamente.
– Cuando alguien te ataca, haz una pregunta. El que pregunta dirige el cambio en una situación de conflicto.
¿Se puede aprender a trabajar sin enfrentamiento?
– No te desahogues en el trabajo. Si no puedes controlar tus emociones, márchate a otro lugar.
-Estar comparando a las personas es humano pero cruel. Cada persona debe tratarse individualmente para sacar el mejor provecho de su trabajo.
-No trabajes lo negativo sólo con lo positivo. Tu positividad debe estar incardinada a tu realidad. Hay que estar de acuerdo en lo que es negativo y en lo que puede ser positivo.
-Hay que aprender del fracaso porque si lo reflexionamos y lo aceptamos, tenemos muchas posibilidades de que no se vuelva a repetir.
-Tú éxito se debe apoyar en el éxito de los demás. Cada persona de un equipo es una parte del éxito. Lo individual para comprender, lo grupal para reconocer.
-Céntrate en la solución y no en el proceso. Lo importante es conseguir resultados, no hacer lo que tienes que hacer.
-Formular una crítica con respeto ayuda a fomentar una relación más profunda con los demás. Acepta las críticas como un regalo.
-Ocultar los sentimientos es ser menos productivo.
-Confiar solo en tu voluntad y autoeficacia es poco astuto. A veces, es mejor cambiar tu entorno y tu vida para ser más eficaz y feliz.
En fin, que tus hábitos laborales deben centrarse en poseer esos 4 segundos de reflexión que nos eviten pequeños hábitos inadecuados en tu forma de trabajar. Se trabaja mejor con gente que piensa dos veces sus reacciones.
Este libro es muy práctico y sencillo de leer. Posibilita claramente su objetivo de aportar pequeñas herramientas diarias para mejorar tu conducta laboral. Los grandes cambios empiezan por pequeños hábitos en el cambio. Además, de una manera amena, plantea que el hábito es personal y profesional y, por tanto, nadie puede cambiar como profesional sino se plantea su cambio como persona. Dar consejos desde el error aprendido, como hace el autor, es una gran forma didáctica de aprender.
Desde mi experiencia personal y humilde aportación a este post me gustaría agregar que en cuanto a lo que dice referente a:
-Tú éxito se debe apoyar en el éxito de los demás. Cada persona de un equipo es una parte del éxito. Lo individual para comprender, lo grupal para reconocer.
Creo que para hacer viable la anterior recomendación y las siguientes es importantísimo que la lectura de este libro sea sugerida a todo el equipo, no solamente a quien lo dirige.
De esa manera todos partirían de una misma premisa con los los mismos objetivos haciendo posible que todos puedan entenderse desde la misma perspectiva de relación y colaboración.
Como bien dice en su post:
-En fin, que tus hábitos laborales deben centrarse en poseer esos 4 segundos de reflexión que nos eviten pequeños hábitos inadecuados en tu forma de trabajar.
Se trabaja mejor con gente que piensa dos veces sus reacciones.
Esto último es son habilidades sociales que no solo debe poseer un jefe de equipo sino que se espera de todos sus integrantes y eso se logra partiendo del respeto entre todos.
Un jefe, dirige al equipo hacia el objetivo que le han encomendado lo cual supone estar dentro de las funciones de su cargo. En cuanto a las personas que integran el equipo pienso que deben aportar, junto con su saber hacer, un mínimo bagaje de educación y saber estar que haga posible un ambiente laboralmente colaborativo para hacer posible que se obtengan los objetivos marcados.
Un saludo.
Buenos días,
Estoy fundamentalmente de acuerdo con tus comentarios. Ante todo, si tenemos en cuenta que la reflexión grupal es tan importante como la individual. Gestionar equipos con criterios de respeto, de creación de espacios y momentos de diferente aportación y sobre todo, mirando que lo importante no es sólo hacer cosas sino los sentimientos del equipo mientras va haciendo cosas. Creo que el libro “4 Segundos” podría tener un ámbito de reflexión más grupal que el que tiene, por otra parte es necesario pensar que en la cultura americana la autoayuda es un concepto muy individual y poco de equipo. Del trabajo en equipo aporta más una perspectiva más europea.
Muchas gracias por tus comentarios,
Un saludo.